Cola de Caballo

Valle de Ordesa:
Es preciso rendir pleitesía a un espacio natural que ya alcanzó la prerrogativa de Parque Nacional en 1918. Un espacio de “esos Pirineos, capaces de dar a los santos del cielo, nostalgia de la tierra” como diría Russell. Valle abierto, espacioso, pintado en matices de verde según el tipo de su boscaje, como un regalo o un descanso para “cualquier viajero que traiga arideces en los
ojos”. Testigo de innegable valor de la actividad erosiva, del modelado glaciar de los circos a la impronta fluvial. La naturaleza ha querido concentrar sus fuerzas y recursos en el cuadro vivo y total de su poder. Un valle de estructura especial y aspectos geológicos singulares, relieve y forma características, determinadas por su naturaleza calcárea. Fortalezas poderosas, auténticos lienzos de muralla, circos en anfiteatro, acantilados enamorados de la posición vertical, estratos horizontales, coloristas areniscas de Marboré, fajas en declive, abruptas paredes, proas y bloques, como centinelas, de pieles rugosas, mal cinceladas por los siglos y la erosión.

Cascadas del Arazas
El río Arazas, de aguas limpias y cristalinas donde habitan las truchas, recorre a lo largo de 12 kilómetros el fondo del valle de Ordesa. Son de destacar sus numerosas cascadas, muy visitadas por excursionistas y paseantes: la de la Cola de Caballo –en el circo de Soaso–, Gradas de Soaso –repetidos y cortos saltos de agua escalonados–, cascadas del Estrecho, de La Cola de Caballo, Cueva, de Arripas –o del Abanico–, y las menos conocidas de Abetos, Tamborrotera y Molinieto.

Bosque de Turieto Bajo
Húmeda masa forestal de hayedo-abetal y pinar musgoso con boj dispuesto en la parte baja de las laderas de orientación de la entrada del valle de Ordesa. Flora con querencias umbrófilas o nemorales. Fauna propia de los bosques centroeuropeos. Recoge diversas cascadas y acoge el monumento al pirineísta Lucien Briet, quien definió a esta masa boscosa como “una selva, donde sólo se ven árboles, a través de árboles y sobre árboles”.
Fuente: Guía de Visita del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Sin duda, una de las personas que más ha hecho por dar a conocer el Valle de Ordesa es Lucien Briet, fue un escritor, fotógrafo, explorador y pireneísta francés, recorrió el Pirineo aragonés y contribuyó a expandir muchos lugares de este, especialmente el valle de Ordesa que conoció en 1881. Sus obras contribuyeron a mostrar la necesidad de la creación del Parque Nacional de Ordesa.

Algunos de sus trabajos destacados sobre el Pirineo aragonés nos hablan del macizo de Marboré, la Peña Montañesa, la sierra de Guara, los congostos de Entremont y del río Vero, el valle de Vió, el río Flumen, Brecha de Rolando o Bielsa. Muchos de estos escritos, la mayor parte manuscritos, junto con fotografías de estos lugares (unas 1.600 imágenes), se pueden ver en el Museu d’os Perineus de Lorda. Importante también su libro Bellezas del Alto Aragón (Bellezas del Alto Aragón) publicado en Huesca en 1913 nos cuenta sus exploraciones por Ordesa, el Valle de Arán, Escuain, Bielsa o Mascún.
Fuente: Wikipedia

Monumento a Lucien Briet

El recorrido más visitado de todo el Valle de Ordesa, llamado la Catedral del senderismo, lo he recorrido tanto en verano y en invierno y sin duda es uno de los lugares más bonitos, en verano, lógicamente está masificado, pero es un precio que tiene que pagar, aunque gracias al filtro del autobús que sube desde Ordesa no está aun más masificado.

Print Friendly, PDF & Email