ASCENSIÓN AL PICO DEL LOBO EL 01/02/2025
El 1 de febrero de 2025, decidimos organizar una quedada en Pedrezuela con parte del grupo que en septiembre de 2024 viajamos a Tanzania para ascender el Meru y el Kilimanjaro.
Todo esto fue posible gracias a que nuestro socio y amigo Kike nos dio alojamiento en la casa que posee en Pedrezuela. Así que al final nos juntamos: Kike, Salva, Juano, José Luis, Jacinto, Rosario y Paco.
Instalarnos en Pedrezuela nos vino muy bien, por dos motivos, primero, porque cuatro del grupo nos trasladábamos desde Valencia y dos más del grupo venían de Asturias y Pedrezuela al estar en el centro de la Península nos viene bien a todos, sobre todo a Kike. El segundo motivo es que nos encontramos en una zona muy cercana a la Sierra del Guadarrama y a la Sierra de Ayllón y la Cebollera, lo que nos brinda un amplio abanico de posibilidades.
Finalmente nos decantamos por la Sierra de Ayllón que la tenemos a escasos 50 kilómetros y por ascender su pico más alto, el Pico del Lobo de 2.274 m.s.n.m.
Dicho pico no solo es el pico más alto de la Sierra de Ayllón, es techo provincial de Guadalajara y de la Comunidad de Castilla la Mancha y frontera entre las provincias de Segovia en la vertiente norte y Guadalajara en su vertiente sur, así como frontera entre ambas Castillas.
A pesar de su modesta altura, es una cumbre que durante el invierno suele recibir nieve lo que a su ascensión cuando está nevado, le imprime cierto carácter de alta montaña.
También es una montaña cuya principal característica son los fuertes vientos que azotan su cumbre, por lo que, al carácter invernal, estos vientos dan una sensación de frio que aún endurecen más las condiciones.
A su favor, tenemos, que las pendientes son bastante amables, pero como digo, algunas de ellas en inviernos te puedes encontrar con sus lomas totalmente congeladas, lo que obliga a veces a tener que utilizar crampones.
En invierno no es raro encontrar gente ascendiendo a él con esquís o raquetas y luego bajar esquiando más allá del Alto de las Mesas y terminar la bajada en la estación de esquí de la Pinilla que está a sus pies.
Bueno, nosotros elegimos un día de estos, es decir, de los duros. Así que el sábado 1 de febrero nos encaminamos hacia la Pinilla y desde su aparcamiento a las 09:30 horas, iniciamos el ascenso por las laderas del Cerro Aventadero cruzando el rio Serrano. En esta primera parte, el día solo estaba nublado, pero según ganábamos altura nos íbamos introduciendo en un ambiente de niebla poco a poco.
La niebla y el viento ganaron intensidad al llegar al Collado del Aventador. Desde aquí hay una larga travesía de pequeñas subidas y bajadas hasta las Peñuelas en donde la niebla ya no dejaba ver más allá de 6 a 8 metros de distancia, no obstante, las huellas de subida de otras gentes se dejaban ver y la consulta del track de vez en cuando nos iba confirmando que estábamos en el buen camino.
Desde el Portillo del Lobo, el viento y la niebla aumentaron de nuevo. La visibilidad se redujo aún más, pero ya estábamos en la última rampa y quedaba poco. La verdad es que con semejante niebla aún no se adivinaba la sombra de la estructura del antiguo telecabina que subía a su cima, pero casi de repente pudimos sentir su presencia e intuir la cercanía de la cumbre con su vértice geodésico.
Bueno, por fin, son las 12:00 horas estábamos todos apiñados junto al vértice e intentando sacar una foto que con mucha dificultad finalmente pudimos hacer.
En escaso minutos iniciamos el camino de vuelta. Tuvimos muchas dificultades de visibilidad hasta llegar a las Peñuelas. Desde aquí en adelante el viento amainó un poco y la visibilidad ya era algo más aceptable.
Al llegar al Collado del Aventadero y cruzarlo hacia la vertiente norte todo cambió. El viento y la niebla se quedaron en el sur y el día nos regaló una bajada por un camino nevado entre piornos al principio y un espeso bosque de pinos al final.
Llegamos al aparcamiento a las 13:30 horas, tras cuatro horas de excursión, muy contentos y satisfechos porque al final, y a pesar de las condiciones, la montaña nos permitió disfrutar de una buena experiencia, pero nos privó de unas magníficas vistas que posee el Pico del Lobo hacia la Sierra de Guadarrama, Sierra de Ayllón y la Cebollera y en sus días claros, incluso del Moncayo.









