Ontinyent, necrópolis, molino y Covetes

Un buen comienzo del puente, la verdad es que no me esperaba encontrar las cosas tan interesantes que hemos visto, la Necrópolis del Mas del Pou, algo sin duda muy interesante, el Molino del Pantanet, hay que ver con los pocos medios de la época las cosas que se podían hacer cavando la roca y la Cova de les Finestres, la verdad, que además de excavar la roca lo hagas subiendo la pared es increíble.

Iniciamos el recorrido en el cementerio de Ontinyent, salimos en busca del Camí del Torrater, cuando suaviza la subida buscamos la bajada al Molí del Pas, aquí cogemos un momento la carretera para dejarla enseguida por el Camí Vell de Ontinyent que seguimos hasta la carretera CV-81, pasando por les Pedreres del Grillóns, cruzamos la carretera junto a la Font de Masarra y buscamos una senda junto al más de Mossén Bodí y la Fabriqueta, cuando llegamos a la carretera, cogemos el desvío que nos lleva a nuestro primero objetivo del día, La Necrópolis del Mas del Pou, sin duda un lugar que tenemos que visitar, después de disfrutar el sitio, volvemos hasta la carretera y cogemos el Camí Real hasta llegar a la zona conocida como el Pantanet, aquí nos dirigimos al toll de l’Assut, la Casa del Pantanet y el Molí rupestre, existe un camino o acequia que en su día se podría seguir, ahora la vegetación no lo permite y tampoco es nuestra ruta del día, desandamos la senda hasta el Camí Real y cogemos la senda del Carbonell, la seguimos hasta llegar al mas o corral de Carbonell, desde este punto nos dirigimos al Barranc de la Cova de les Finestres, donde por lógica está la cueva que da nombre al barranco, otro lugar increíble donde podemos visitar una de las cuevas.

Seguimos nuestro camino cruzando el barranco para seguir el camino el Bancal Redó hasta la Font del Bancal Redó, reconozco que no la vimos, nos fijamos más en los restos del apeadero del tren, lo siguiente fue subir por la Solana de la Guerra por un sendero bastante empinado hasta el cordal de la Serra d’Agullent, desde este punto en dirección oeste nos encaminamos hacía el Alto de les Olles, para bajar a la Senda dels Enginyers que nos lleva de nuevo al comienzo del camino.

Necrópolis de la Masía del Pou
Fuente: Cartel situado en la necrópolis

Grupo de 63 sepulcros cavados en la roca, con orientación Este-Oeste. Situados sobre un cerro de la Serra de la Solana, a 606 metros, formaba parte de un pequeño asentamiento no superior a 200 individuos y que se encontraba donde está ahora la cantera, a escasos 100 metros de distancia y protegido por la holografía terreno en el barranco. Son fosas trapezoidales, denominadas pseudo-antropomorfas y de las que se tiene conocimiento desde muy antiguo; una auténtica joya patrimonial por su estado de conservación, aunque la pendiente y la erosión, además de un posible factor humano, no han posibilitado la conservación de las cubiertas (que serían losas o capas de argamasa), o el contenido humano que hubiese en casa sepultura. La longitud media de las sepulturas es de 176 centímetros (altura del cadáver), con una anchura media de 41 centímetros y una profundidad media de 27 centímetros, fosas donde la cabecera es de mayor anchura que los pies.
Pese a ser conocidas popularmente como «tumbas fenicias” los elementos o restos que se encontraron fueron: el borde de una tegula romana, fragmentos de cerámica -una base de una forma Hayes 99, nº18 datado entre el siglo V y VIl-, y un par anillos, uno ellos de lámina de bronce con una inscripción y otro de bronce con chaton decorado con signos confusos que parecen ser una esfinge o grifo -muy común éste último en sepulturas encontradas en territorio valenciano que han sido datadas entre los siglos VI y VII. Cabe destacar además, que este cementerio, al estar situado en un terreno escarpado, también es motivo para situarlo entre los siglos V, VI y VII d.C, por lo que más bien estaríamos hablando de una necrópolis íbero-romana.

Molino Rupestre del Pantanet
Fuente: Serra Mariola

Destaca, en primer lugar, el azud llamado Pantanet hecho de piedra y bien trabajada de sillares irregulares. En segundo lugar se encuentra el molino en proceso de ruina y, a continuación, el molino rupestre excavado en la piedra calcárea del barranco del Pantanet. En la cueva destaca el trabajo de pico y la gran piedra de molino.

Cova de les Finestres
Fuente: Sierra Mariola

Son cuevas artificiales de cariz troglodítico que desde fuera parecen ventanas y que están construidas siempre en el medio de un risco escarpado, normalmente en los valles de ríos y barrancos.
Constan de 12 cavidades labradas en la roca. Estas cuevas han tenido muchas interpretaciones pero finalmente parece ser que se utilizaban como granero-almacén. Su interior va más allá de una simple cavidad como podría parecer desde el exterior, ya que están formadas por diversas salas, conectadas entre ellas mediante otras ventanas interiores o agujeros e, incluso, pozos para comunicar las que hay a distintos niveles.