La Pedriza, un batólito granítico singular
Así definen este sitio en la web del Parque Nacional, nos indican que se trata de un sitio único en la Península Ibérica, podéis consultar toda la información en la web del Parque Nacional
Hemos decidido recorrer La Pedriza siguiendo, primero, el PR-M 1 desde el aparcamiento de Canto Cochino hasta el collado de la Dehesilla y volver al aparca por el GR 10, tengo claro que es uno de los recorridos más exigentes que hemos hecho en montaña, del cual no nos arrepentimos.
Salimos desde el aparcamiento de Canto Cochino y siguiendo el PR-M 1 en dirección al collado del Cabrón, desde aquí nos hemos dirigido al siguiente punto, el collado de la Romera, pasando junto a las formaciones del Pajarito, La Campana y el Carro del Diablo, seguimos nuestro camino entre Cancho Centeno, Tres Cestos, Las Milaneras hasta llegar al cruce del PR-M 1 y el PR-M 2, nosotros seguimos nuestro camino en dirección a las Torres de La Pedriza, la verdad es que hacen honor a su nombre, después de disfrutar un rato de este entorno, continuamos nuestro recorrido, aun nos queda bastante camino que recorrer, pasamos cerca del Risco del Ventanillo, La Esfinge, El Cocodrilo, el Risco de la Ventana, Cancho de la Herrada, Pared de Santillana, El Torro, hasta llegar al Collado de la Dehesilla.
Hemos tenido de todo hasta aquí, no sólo hemos disfrutado del paisaje, también de la fauna, las cabras están más que acostumbradas al ser humano, nos han permitido hacerles un álbum completo, los buitres, leonados e incluso un buitre negro, nuestro querido presidente daba saltos de alegría, nosotros nos alegramos por él, mientras no hacíamos más que subir y bajar piedras, pasar por debajo de algunas de ellas, incluso por agujeros, no hemos tenido tiempo de aburrirnos.
Desde el collado de la Dehesilla sólo nos queda seguir las marcas del GR 10 para llegar al inicio de la ruta, bueno, más que seguirlas, seguir el camino, la verdad es que no hemos visto muchas marcas, ni postes de senderos, por el camino hemos disfrutado de El Tolmo de La Pedriza, menuda roca en mitad del camino, ya sólo nos quedaba disfrutar de la senda entre el bosque sin casi piedras y de la cerveza cuando hemos llegado a Canto Cochino.