Ares del Maestrat
Ruta de los Molinos, barranco de Cantallops y Mola d’Ares

La ruta de hoy se compone de dos partes, la primera parte la ruta de Los Molinos de Ares, una ruta por el patrimonio que sin duda merece la pena y la segunda parte un recorrido por los rincones de Ares del Maestrat, como es la faja de Cantallops, sin lugar a dudas, un paraje espectacular.

La Ruta de los Molinos del Maestrat

SL-CV 45 CAMÍ DELS MOLINS
El barranco de los Molinos alberga un valioso conjunto de elementos naturales, paisajísticos y arquitectónicos que le han valido la declaración del primer Bien de Interés Cultural (SIC) con categoría de Espacio Etnológico.

Este sendero recorre por un camino de herradura el singular sistema hidráulico que se conserva al Barranc del Molins, compuesto por cinco molinos harineros conectados entre si con el objetivo de aprovechar al máximo el agua disponible. Se trata de una red lineal de construcciones hidráulicas, cada una de ellas constituida por una balsa para retener el agua, un cubo vertical o en rampa, según el tipo de caída del agua, un casal y la acequia de agua que los conecta. Estos molinos fueron construidos durante la segunda mitad del siglo XVIII durante un período de auge económico y demográfico. Más tarde, la competencia de las máquinas de vapor y la industrialización los dejaron obsoletos. Hoy este sendero nos muestra este valioso patrimonio preindustrial, ejemplo del ingenio y trabajo de nuestros antepasados. El Molí del Sol de la Costa alberga hoy un museo etnológico donde podremos escuchar las reflexiones del último molinero de Ares.

Nosotros hemos hecho la ruta al contrario para así continuar luego por la faja de Cantallops.

Este molino es probablemente de origen medieval. Fue reconstruido entre 1755 y 1760, con una sola planta dividida en dos mediante un arco transversal perpendicular a la fachada. Un tercio de la planta corresponde en la sala de molas y el resto estaba destinada a almacén, Pero en el s.XIX, con la llegada de la limpia (maquina que separa el grano de piedras, pajas, etc.) fue construida una buhardilla por tal de albergar una.
La balsa es de forma circular. Por eso también se lo conoce como Molino de la Balsa Redonda. La balsa está en terreno arcilloso, la que asegura la permanencia del agua en ella. Presenta un cubo en rampa cubierto por unos graderíos que unen la balsa con el molino, igual que al Molí de Dalt (M3).
Dentro del molino se han encontrado varios graffitis de los siglos XVII y XVIII. La mayoría tienen forma de cruz. También hay un nombre propio y el más interesante de todos representa un caballero.
A la buhardilla se conserva el arca del Moliner, un gran mueble de madera con cerradura donde los molineros guardaban su harina y su grano. A la hora de cobrar, los molineros se quedaban una parte de aquello que habían molido y lo guardaban aquí.

Al carcau están los restos de la rueda de alems. El agua se acumulaba en la balsa, de donde pasaba al cubo, el conducto vertical o en rampa que la conducía hasta la rueda matriz. Esta estaba situada al carcau, sótano por dos motivos: para evitar el contacto del agua con la harina (la echaría a perder) y para ganar unos metros más de caída de agua y por tanto de energía. Al golpear el agua la rueda de alems se movía y transmitía el movimiento (mediante un eje de madera colocado en su centro) a las molas, situadas justo encima de la rueda, a la primera planta. Una de las molas estaba fija mientras la otra giraba, y a causa de la fricción el grano se convertía en harina.
Este sistema de moler es común a los llamados Molins de agua de rueda horizontal (los que se encuentran en Ares del Maestrat y a toda la cuenca mediterránea). Este se un invento oriental que llegó a la península Ibérica desde la zona donde hoy en día se encuentra Irán.

Este era un molino-vivienda. La planta superior estaba dedicada a hogar de los molineros y a la limpia. La planta inferior tiene tres espacios muy diferenciados: la cuadra, la sala de moler y la cocina. En cuanto al exterior, arquitectónicamente destacan la vasca (por la su tamaño) y el espectacular cubo en rampa para lanzar el agua al carcau, el cual está cubierto por unos graderíos que comunican la vasca con el molino.
El molino con su configuración actual data del s.XIX, pero es el resultado de dos ampliaciones sobre el molino original (probablemente del s.XIII) citado a varios documentos históricos.

La parte medieval corresponde a la cuadra (1) y con la primera ampliación entre los siglos XVII y XVIII (2) se constituyó el resto de la planta baja. La segunda ampliación data del s.XIX y corresponde a la segunda planta (3), definiendo el edificio tal y como es en la actualidad. El esquema de la fachada muestra los diferentes estilos de construcción que se pueden observar a los muros y que, junto con otros datos históricos y arqueológicos, explican la historia constructiva del molino.

Fases de construcción del Molí de Dalt 1: molino medieval; 2: s. XVII-XVIII; 3: s. XIX

Cada molino está formado por tres unidades principales: una balsa de retención del agua, un conducto por donde cae vertical o en rampa (cup) y el carcau, emplazamiento de la rueda de alems que al girar accionada por el agua da movimiento a las muelas utilizadas para moler el grano.
Por otro lado, además del interés del mecanismo interno de los molinos, cabe destacar el sistema de azudes y acequias que conecta los 5 molinos. Así los molineros aprovechaban el mismo capital 5 veces para transformar la energía del agua en movimiento de la maquinaría sin consumir agua. Los molinos de este barranco son fundamentalmente harineros, pero podían moler otras cosas, como legumbres para hacer piensos. Venían a moler aquí tanto las gentes de Ares como de la comarca.

Este molino permite observar como eran los Molins de este barranco por dentro. La planta superior estaba dedicada al almacenamiento. A la planta inferior había dos espacios: la sala de moler (donde todavía pueden ver las molas -de las llamadas catalanas- en su emplazamiento original) y más almacén. Finalmente, el carcau, habitación subterránea donde el agua golpeaba la rueda de alems proporcionando la energía para moler. Siempre estaba en el sótano para evitar el contacto del agua con la harina.
Arquitectónicamente destaca como parte de este molino fue excavado a la roca, razón por la que el edificio se apoya a la vertiente de la Montaña. También destaca la forma hexagonal del cup, muy poco habitual, la mitad del cual también esta excavado a la roca. En el interior del molino hay una escala que sube a la segunda planta. Es remarcable por el vaciado semicircular de la pared que facilita el acceso con sacos al hombro. El carcau comunica con el barranco mediante una galería con vuelta construida en piedra en seco.

La intervención hecho en este molino fue la consolidación de la ruina.
Originariamente tenía una cubierta de un agua y tejas árabes. No se reconstruyó porque el estado de ruina estaba bastante avanzado y contemplando los 5 molinos como conjunto museístico, resultaba enriquecedor contar con un testigo del estado de los Molins antes de la intervención a cargo de la Fundació Medioambiental i Acción Ecologista-Agro. Se construyeron nuevas canalizaciones al exterior del molino, para que el agua no continuara deteriorando la estructura interior.
Hay que prestar atención a los graffitis de la época escritos en la pared interior del molino. Sobre ellos se ha colocado una plancha de metacrilato para conservar este testigo arqueológico de los primeros trabajadores del molino. También es destacable la reja empotrada en la ventana, que es original.

Arquitectónicamente en este molino destacan la originalidad de la vuelta de cañón de su interior y el espetacularidad del cup (conducto que conecta la balsa -donde se acumula el agua- con el carcau, -donde está la rueda de alems o rueda motriz-). La vuelta, de tamaño considerable, arranca a nivel de tierra y es paralela a la fachada. El cup, considerado el más destacado de la provincia de Castelló, supera los 25 m de altura: 8 m de sillares y el resto excavado a la roca. En lo más alto del barranco. La reja colocada a su parte superior es original del s.XVIII.
La calidad constructiva, dada tanto por los materiales como por las soluciones arquitectónicas, fue reflejada por algunos cronistas contemporáneos a su construcción:
En el año 1774 (…) se empezó la Fabrica del Molino Nuevo de Ares (…). Lo que más se puede admirar en esta fabrica es, que dicho Thomas Barreda (Maestro obrero y Director de la obra) sin maestro que aya instruido, aya salido la fabrica tan acertada, y cono la mayor perfección contra la esperanza de muchos hábiles y afamados Maestros de estos países, que sabiendo que un edificio de tan difíciles circunstancias, corría por la dirección de un hombre sin estudio en la facultad, recelaban no podría llegar a la perfección (…) ni aun que pudiese servir …
Por que hace al paisaje, a la derecha del molino, en época de lluvias o por el deshielo de la Mola de Ares, se forma una cascada ocasional y de grandes dimensiones. Este salto de agua daba nombre al barranco antes de la construcción de los cinco molinos.

El Barranco del Molins (o Barranco del Salt) alberga un extraordinario conjunto patrimonial.
Los elementos naturales (roble, encinas, saliborts, buitres, cabras salvajes, ranas, etc.) los elementos paisajísticos (bancales, etc.) y los elementos arquitectónicos (molinos, cups, bases, acequias, etc.) facilitan una aproximación a la forma de vida de nuestros antepasados, que hay que comprender para entender el paisaje actual.
Al siglo XVIII la población de la comarca se duplicó. Como el pan era la base de la alimentación, fue necesario aumentar la producción de harina. Entonces se construyen los 5 molinos, algunos probablemente sobre otros anteriores, de época medieval.
Los Molins de este barranco tienen un sistema de rueda horizontal. Estas ruedas no son visibles desde el exterior: son al carcau, sótano, para transmitir el movimiento a las molas que son a la planta Baja, en la sala de moler. Destaca la calidad constructiva, tanto de los edificios como del sistema hidráulico. Las técnicas y materiales empleado su más propios de grandes obras, como ahora iglesias o casas nobles.

Una vez remontado el barranco y visitado los cinco molinos, empezamos la segunda parte del recorrido en busca de la faja de cantallops, cruzamos una portera y nos dirigimos a la parte alta del Salt en el barranc dels Molins, mientras íbamos subiendo, reconozco que pensaba que la faja sería más estrecha, pero en en principio es lo suficiente ancha para andar sin problemas, continuamos nuestro camino buscando el barranco de Cantallops para remontarlo por su margen derecho, no hay pérdida, a nuestra derecha el precipicio y a nuestra izquierda sólo hay un sitio donde podemos subir, nosotros seguimos por la faja, en principio pensábamos llegar hasta la Masada, pero decidimos acortar cogiendo un pequeño barranco a nuestra izquierda que nos lleva hasta el PR-CV 387 que nos lleva hasta la Font dels Regatxols, desde este punto subimos en busca de la Nevera del Regatxols, los dos están rehabilitados, desde la nevera sólo nos queda subir al último objetivo del día la Mola d’Ares y vuelta a Ares del Maestrat.

Fuente de los textos: carteles situados en los molinos y ayuntamiento de Ares