Hoy nos hemos juntado con nuestros amigos del Club Senderismo de Valencia para irnos de excursión a la Serra d’Espadà.
La ruta de hoy arrancó en el Collado de la Nevera. Nuestro primer objetivo fue Las Dos Tetas (La Almenarilla), cumbre marcada por los intensos combates del Frente de Levante, donde hicimos un alto para el merecido almuerzo.
Desde allí, seguimos hasta el Collado del Esparsa para empezar a bajar hacia el camino de Matet. nuestro siguiente hito fue la Nevera de Cuatro Caminos, una auténtica joya del patrimonio que nos recuerda cómo se gestionaban los recursos naturales de la sierra y de la nieve. Deshicimos un tramo del camino de Matet para ir en busca del Despoblado de Jinquer, otro testigo mudo del paso de la Guerra Civil.
El tramo final de ida nos llevó al Puntal del Gordo, que alberga un nido de ametralladoras perfectamente conservado. Aprovechamos este punto para comer y recargar pilas. Desde el Puntal, solo nos quedaba la vuelta directa al Collado de la Nevera, cerrando así un recorrido memorable.
Mas información de la ruta de hoy:
Las Dos Tetas:
Se trata de uno de los restos materiales más evocadores de la Guerra Civil, pues las dos Tetas son una metáfora de la propia guerra y España dividida. Un monte aislado con dos cimas gemelas por las que se combatió duramente. Al final cada contendiente obtuvo una de ellas y fortificó su Teta. Las posiciones enfrentadas quedan muy próximas, separadas por la vaguada.
Fuente: ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE AMIGOS DE LOS CASTILLOS
En la página de la Asociación Española de Amigos de los Castillos existe bastante información sobre es lugar, es interesante su lectura completa para llegar a comprender el lugar y lo que ocurrió en él.
Más información en: Ayuntamiento de Alcudia de Veo












Nevera de Cuatro Caminos
Nevera de planta circular ubicada en una ladera orientada al NE. El depósito tiene un diámetro exterior de 11 m. La parte exenta es de poca altura en el sector SW y mayor en el sector NE, por lo que está rodeado de un talud de sujeción con el material de la excavación del pozo. Los muros tienen un espesor de 0,65 m y están construidos con mampostería careada de piedra caliza y mortero, mediante la técnica de relleno de tapial.
El pozo tiene un diámetro de 9,60 m y una profundidad máxima actual de 10,60 m. La capacidad estimada es de 800 m3. La cubierta se apoyaba en dos arcos paralelos. Uno de ellos está derruido y se aprecian en el muro los vanos donde se alojaban los estribos. Este arco disponía de contrafuertes en ambos extremos. El arco aún en pie tiene sus estribos a unos 4,30 m sobre el actual nivel del fondo del pozo. El arco es de sección rebajada y 8 sillares forman las dovelas centrales. Se observan restos de un diafragma de mampostería sobre el arco. Los dos arcos debían sustentar una techumbre (tal vez una bóveda) cubierta de tejas, como atestiguan los numerosos restos de teja árabe en el entorno.
La Nevera tenía dos accesos. Una puerta en el sector S, al nivel de la ladera, actualmente muy desfigurada por el deterioro del muro. Otras se orientan al N y se llega a ella mediante una trinchera en el talud antrópico que rodea el depósito. Se abre a unos 3,30 m sobre el actual nivel del fondo, al cual se puede llegar mediante un cono de derrubios que se han formado. La puerta es de sección abocinada y está cubierta por un arco Encima de ella un tronco atraviesa el muro y sobresale al interior del pozo para colgar una polea que facilitara las operaciones de extracción.
El depósito aparece citado en el Diccionario de Madoz como Nevera de Onda. Testimonios locales afirman que funcionó hasta la primera década del s.XX. Este depósito es uno de los seis que se conocen en la Sierra Espina-Espadán.
Fuente: Generalitat Valenciana




🏜️ Jinquer: El Corazón Abandonado de Espadán
Jinquer, cuyo nombre de origen árabe significa «cabaña» o «granero», es un pueblo despoblado que yace en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Espadán. Ubicado en un barranco dominado por el río Veo, a solo 3,5 km de Alcudia de Veo, fue uno de los cuatro núcleos originales de población que formaban Alcudia de Veo (junto a Alcudia, Veo y Benitandús).
⏳ Origen e Historia
El origen de Jinquer se remonta a una pequeña alquería andalusí, resguardada por el Castillo de Jinquer, que se alza en un pequeño cerro 250 metros al noroeste. Tras la conquista cristiana del siglo XIII, la población mantuvo su fe musulmana hasta que sus habitantes fueron forzosamente convertidos en moriscos. La expulsión definitiva de los moriscos en 1609 dejó el lugar vacío, siendo finalmente repoblado entre 1612 y 1613.
🏘️ El Apogeo y la Vida Rural
A principios del siglo XX, Jinquer era un caserío vibrante. En 1913, llegó a contar con un centenar de vecinos. Sus gentes vivían de la agricultura, cultivando cereales, frutas y legumbres en sus campos. El barranco era el centro de la vida social: los niños se bañaban, se lavaba la ropa y el agua se aprovechaba para los cultivos. Incluso sus calles se animaban con las tradicionales fiestas de «bous al carrer».
💣 La Tragedia de la Guerra Civil
La prosperidad de Jinquer fue truncada por la Guerra Civil Española. En el verano de 1938, la llegada del frente de guerra forzó la evacuación de sus habitantes, quienes buscaron refugio en pueblos cercanos como Vall de Almonacid y, más tarde, en poblaciones de retaguardia en la provincia de Valencia.
Jinquer se convirtió en un escenario de conflicto. Fue ocupado brevemente por fuerzas republicanas (testimonio de lo cual son algunos grafitis de la CNT y FAI) y, tras intensos combates, fue tomado el 18 de julio por las tropas franquistas de la 1ª División de Navarra. Los soldados instalaron sus baterías de cañones en el foso del castillo. Durante meses, la zona fue objeto de duros bombardeos por parte de la artillería y la aviación.
🏚️ El Abandono Definitivo
Jinquer es un doloroso testimonio del abandono rural provocado por la guerra. Tras el conflicto, solo un puñado de vecinos regresó temporalmente para labrar sus tierras, pero el lugar acabó siendo abandonado para siempre.
Hoy, el entramado de sus calles aún permite vislumbrar las ruinas de la vida pasada: las viviendas, los patios, los corrales para el ganado y los arcos sobre las entradas. Destaca la iglesia barroca dedicada a la Purísima Concepción de María, hoy completamente derruida. En su fachada todavía se aprecian restos de su decoración original, con bandas rojizas y vetas que simulaban mármol, aunque su remate con la espadaña y el tejado a dos aguas están ya perdidos.
Fuente: panel situado en el mismo despoblado.







