Con la idea de recorrer los más de 43 kilómetros del PR-CV 63.5 “Pueblos de Espadán” que une a través de antiguos caminos las poblaciones de Higueras, Pavías, Matet, Vall de Almonacid, Algimia de Almonacid, y Almedíjar, iniciamos nuestra andadura con una excursión circular desde este último pueblo y que transita íntegramente por el Parque Natural de la Sierra de Espadán.

Dejamos el coche en el polideportivo municipal de Almedíjar y subimos por la calle Voguera donde encontramos la olivera del Chato (Olea euroaea, L.) catalogada como árbol monumental con un tronco de 5,7 metros. Cruzamos la CV-200 para seguir por la calle Foquia y Sierra Espadán para salir por la parte alta del pueblo. Dejamos la bajada por la calzada romana y poco más adelante el camino que va al castillo de la Rodana. El camino de la Balsa Alta se mueve entre campos de olivos y almendros para, antes de una curva cerrada, tomar la senda que remonta el barranco de la Foquia primero y después el de la Fuente Herrera que en algunos tramos mantiene el empedrado y en otros las cárcavas empiezan a deshacer este patrimonio viario. En el alto seguimos a la izquierda por el carril hasta el collado de Algimia. Dejamos en este punto el PR-CV 63.5 que baja en dirección a Algimia de Almonacid.

Ahora, con el track en mano, seguimos parte de una de las ediciones del Trail de Almedijar. Remontamos la senda que tenemos enfrente para bordear el monte del Cascalbar y descender a un pequeño collado y subir al corral de Bellido y al corral del Alto con sus arcadas que denotan la importancia de la trashumancia que desde tierras turolenses buscaban pasto y refugio en estos corrales, ahora abandonados, que se repartían a lo largo de las veredas del Alto Palancia. Este tramo coincide con la Colada de Azuébar y Almedíjar.

Desde el corral del Alto, punto de la ruta por los oficios tradicionales (http://www.valldealmonacid.es/vall-en-ruta/ruta-oficios-tradicionales) de la Vall de Almonacid, descendemos por la pista hasta el cruce con el camino que baja a la fuente de las Balsillas. Una pequeña trepada para seguir la senda de la Vereda de las Balsillas por el cordal de la sierra. En el primer alto, el monte Mormoralla, encontramos la cueva de las Palomas que es en realidad un conjunto de covachas y abrigos. El central, más grande, tiene un curioso arco con un pilar de unos 2 metros de diámetro. Los materiales son calizas del Lías (Jurásico inferior).

Poco más adelante, un mojón de término separa las partidas de Vall de Almonacid, Castellnovo y Almedíjar. Mantenemos la cota de los 525 metros hasta que comenzamos a descender hacia unos campos trabajados. Entre caminos y sendas buscamos el barranco Larroy, cerca del cementerio y que nos permitirá cruzar la CV- 200 para seguir paralelos a esta y enlazar con la rambla de Almedíjar donde en algunos tramos tendremos que ir por el cauce seco hasta la partida de la Huerta Nueva.

El acueducto de la Huerta Nueva todavía en uso desde tiempos inmemoriales, permite a la acequia del Almanzor salvar la rambla de Almedíjar y aprovechar las huertas de la orilla izquierda. De mampostería y argamasa, la obra está compuesta de tres arcos, dos de medio punto y el central de tipo ojival y tiene unas dimensiones de 22,5 metros de largo y una altura de 3,80 metros. La balsa del mismo nombre sirve para guardar su agua y tiene una capacidad de 2000m3

Seguimos por dentro de la rambla para enlazar con el camino de la depuradora y la planta envasadora. En frente, el área recreativa de la fuente del Cañar es un buen lugar para comer y finalizar nuestra ruta.

Bibliografía:
Print Friendly, PDF & Email